"Conversas en Ares", con Javier Cristobo.
“CONVERSAS EN ARES”, Con Javier Cristobo.
Por Conchi Ramil.
- Fecha de Nacimiento y lugar:
7 de abril de 1963. Mi
madre desde Ares fue a parir al Hospital de Caridad de Ferrol, que es lo que
figura en el DNI pero yo pongo Ares en todo lo que puedo.
- Mis aficiones:
Casi todo lo que tiene que
ver con el mar, natación con aletas, buceo, navegación, desde luego el Club de
Remo de Ares y además la fotografía submarina o pintar con acuarelas.
- ¿En qué momento de tu vida decidiste
decantarte por la biología?
Uno de los sueños de mi
infancia en Ares era que, un día, en ría, la marea bajaría tanto que yo podría
caminar desde el Petelo hasta la playa de Ber y de ahí a las Mirandas y luego
Coruña en una larga caminata observando todos los animales que vivirían bajo la
superficie y haciendo anotaciones y dibujos de todo lo que hubiese podido
observar. Esto nunca ocurrió y por eso, años más tarde me aficioné al buceo y
posteriormente la carrera de biólogo marino, así que desde siempre supe muy
bien de donde vengo y de donde quería ser.
- ¿Hay un antes y un después, en el
Javier que conocemos, desde tu primer viaje a la Antártida?
La Antártida marca mucho,
así es. Una vez que has podido ir, no se olvida nunca. Es como un virus que has
contraído y que de vez en cuando sigues necesitando dosis de recuerdo para ser
consciente de lo que has vivido allí. De todas formas, yo creo que en mi forma
de ser o de pensar, del respeto por los demás y por la naturaleza, no he
cambiado tanto pero, si trato de transmitir, todavía más, lo que pienso sobre
todo lo que he aprendido en ese continente.
- El deshielo de la Antártida, ¿es tan
problemático como nos lo hacen ver?
Es mucho más. Si la
Antártida y el Ártico se deshielan, las consecuencias para el clima del planeta
y las poblaciones costeras serán dramáticas, incluido nuestro pueblo. Estamos
viendo apenas la punta del iceberg, nunca mejor dicho. Creo que los científicos
no estamos siendo lo suficientemente claros y contundentes para que los
políticos escépticos de las grandes potencias y consecuentemente los que más
están contaminando el planeta, tomen decisiones radicales y drásticas. Yo creo
que saben perfectamente lo que hay, pero las decisiones tienen trascendencias
económicas que no quieren asumir en sus ricos países. En el otro lado estamos
las poblaciones de otras naciones en las que la ciudadanía sí tiene sentido
ecológico y cuida más lo que consume, el ahorro energético, la disminución del uso
de combustibles fósiles y de los residuos, especialmente los plásticos.
- ¿Qué echas más de menos cuando estás
tan lejos de casa y de los tuyos?
Los míos, lo primero; mis
amigos y todos los que me pueden echar de
menos durante ese tiempo y te lo dicen. La morriña es algo muy inherente a
los gallegos, que aparece en tu corazón cuando tu mente le informa de lo lejos
que estás.
Si, precisamente por
estudiar el océano y colaborar con mucha gente de todo el mundo, especialmente
los compañeros del centro oceanográfico y del IEO que trabajan en cambio
climático, tenemos conocimiento del aumento gradual de la temperatura del mar
que es consecuencia del aumento de la temperatura global del planeta provocado
por el efecto invernadero. Gracias a los océanos los cambios están siendo más
lentos; estas grandes masas de agua amortiguan un poco el aumento de la temperatura
pero la tendencia es clara y las consecuencias, que poco a poco se van conociendo
más, son a veces impredecibles: especies invasoras, especies autóctonas que
desaparecen, empobrecimiento de los ecosistemas, destrucción de hábitats,
disminución de la pesca...
- El nuevo buque Oceanográfico será un
referente para la flota investigadora. Ampliará sus áreas de trabajo a zonas
lejanas y remotas como el Polo Norte. ¿Puedes explicarlo para que lo entendamos
todos?
Para un organismo público
de investigación y sobre todo para el Instituto Español de Oceanografía (IEO), en
el que su lugar de trabajo es el Océano en su conjunto, es de vital importancia
disponer de herramientas para abordar cualquier reto tecnológico. Estas nuevas
y avanzadas capacidades supondrán que el IEO podrá abordar nuevas
responsabilidades al aportar características adicionales que no poseen ninguno
de los otros buques oceánicos existentes en nuestro país, destacándose entre
ellas: el poder operar en todos los océanos del planeta, la capacidad de poder
realizar operaciones de pesca en zonas profundas por debajo de los 1500 m,
campañas de 30 días de duración con 15 días adicionales de tránsitos con una
capacidad de investigadores de 35 plazas. Las partes más profundas del océano
están todavía por explorar... y esto es un reto tecnológico apasionante.
- ¿Que significó para ti el ser nombrado
socio honorífico del Club de Remo Ares, con el cual estás muy vinculado desde
niño?
Antes de nada una sorpresa,
luego un orgullo enorme y sobre todo una responsabilidad de contribuir en lo
posible a la defensa de sus intereses y conseguir que un club humilde lo siga
siendo y que cuente con los mejores medios humanos y técnicos que le podamos
conseguir entre todos. El acto de entrega de esta distinción fue un día
inolvidable pues estuve arropado por los directivos del club que tomaron esta
decisión por unanimidad, por amigos y compañeros con los que compartí bancada,
por mi familia, muchísimos aficionados que abarrotaron la plaza y por los
remeros del club, chicas y chicos llenos de ilusión y especialmente los remeros
de la trainera que finalmente en esa temporada lograron ganar la liga gallega y
el ascenso a la ACT: MEMORABLE.
- ¿Qué es lo que más te gusta de tu
pueblo y que echas de menos en él?
Hay muchas cosas que me
gustan y también hay mucho por hacer para mejorarlo.
Me gusta especialmente las
playas, su litoral acantilado y poco poblado que es una de las características
que posee este lado de la ría con respecto a otras. El poder caminar por
senderos que conozco desde pequeño o descubrir otros nuevos.
Me gusta las ofertas
culturales que están surgiendo y la gente que las promueven. Me gusta la gente
venidera, cambiando el sentido y el tono que se le daba antes y entendiendo
como savia nueva, nuevas ideas, ganas de disfrutar y aportar a que Ares sea más
humano. Me gustan todos y cada uno de los que hacen algo para que todo mejore
un poco, desde el niño que recoge un papel que no había tirado y lo lleva del
suelo a la papelera, hasta la persona
que hace o enseña música, o canta, o hace teatro para los demás o todos los que
se esfuerzan por hacer bien un trabajo, el que sea de forma profesional, por el
bien de un conjunto.
Echo de menos el contacto
con la gente. Me siento muy querido cuando puedo ir y me paro a hablar con mis
amigos y conocidos de la infancia o alguien se para y le apetece tomar un café.
Echo de menos a mi madre y a mis hermanos y mucho más a mi padre
que hace ya mas de 10 años que no está y volver a Ares sin él sigue siendo muy especial para mí.
- ¿Una pesadilla para olvidar?
El acoso laboral sufrido.
Pero desgraciadamente nunca se olvida…
- ¿Un sueño hecho realidad?
Poder trabajar en lo que
siempre quise hacer, la carrera de biología marina. Me siento un privilegiado y
muy orgulloso de haberlo conseguido con ayuda de mi familia y mucho esfuerzo
claro...
- ¿Un sueño por cumplir?
Poder descender en un
minisubmarino tripulado a grandes profundidades
- Eres un enamorado de tu pueblo, de sus
gentes y costumbres. Muy amigo de tus amigos. Por poner algunos ejemplos:
fotografías en O Bodegón, diplomas de apadrinamientos de pingüinos de distintas
personas de Ares, fotografías personalizadas desde la Antártida para felicitar
amigos, etc. Desde Xente de Ares, te seguimos y te animamos a que nos sigas
aportando ideas para cuidar nuestro Planeta. Gracias por todo ello y… ¡A seguir
cosechando éxitos!
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